Dicen que cuando atardece, los hombres que saben, se reúnen a despedir al sol.
Dicen que lloran. Y ríen los que esperaban la noche como cita del amor.
En un susurro escapan los secretos que allí cuentan, para volver a los suyos, en la otra rueda del tiempo.
Quizás en un sueño, el abuelo enseñe al nieto. A corta el árbol. A pedir permiso. A moldear el corte. A hacer el violín.
Y en la despedida, cuando ya esté hecho, le cante las notas para ser feliz.
algo para escuchar mientras leemos
domingo, 24 de agosto de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
"¿a qué atribuirle un desencuentro, un espacioso silencio, el eco de una yerba, una voz y una canción?"
Publicar un comentario