algo para escuchar mientras leemos

martes, 22 de julio de 2008

Se rompe el barro al sol, se desvanece, se quiebran, se muelen, se caen y vuelan, se pierden y se mezclan. Vuelven. LLegan. Vuelven pegoteadas almibaradas desconocidas y pretenciosas. Se pierden, se besan a escondidas de ellas mismas, si pierden y se encuentran. De espaldas una contara la otra sueñan con encontrarse ortra vez, el espejo se rompe, se cae y se desvanece. Se sumergen entre los restos, se vuelven a esforsar, respirar, merodear. Se llaman de otra forma y no se hacen caso, se entrecruzan con otras de las primeras que volaron, otros pedacitos de esa misma galletita con un mejor destino quizá.

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